Super Kawaii Cute Cat Kaoani

domingo, 30 de julio de 2017

Futuro

Hacía algo más de un año desde que todo había muerto para ella y su primer amor, recordaba todavía perfectamente el momento en el que había llegado incluso a suplicar por no perderlo del todo. La primera y única vez que se había visto en ese punto de desesperación y ansiedad.
Acabar con él por teléfono supongo que nunca fue su ideal de ruptura, en todas esas películas y libros dramáticos las cosas solían ocurrir de otra forma. Lo que sí llegó a percibir con total claridad fue aquella sensación de nudo en el estómago y vacío que tantas veces había leído, a un nivel tan intenso que incluso llego a vomitar. No había sido su primera ruptura, pero fue la primera que le dejó con ganas de morir. Que palabras tan fuertes, todavía le asustaba el pensamiento.
Tras ese punto de inflexión en su vida, había experimentado muchas cosas ciertamente terroríficas. Llegó a entender lo que era tener algo con alguien por despecho, llegó a entender lo que era depender de alguien para olvidar; llegó a entender lo que era vivir con rencor, incrementado por cada persona nueva que aparecía en su vida diciéndole ''te quiero''. Oh, llegó a odiar esas palabras y a odiarse a sí misma, pero siempre caía en ellas de nuevo.

Dió vueltas en la cama mientras intentaba dormir, presa de pensamientos sobre el pasado.
-Menos mal que cambié...

No, realmente se esforzaba en creer que había cambiado mucho, pero realmente todavía había muchas cosas en ella que seguían igual. Seguía ilusionándose irremediablemente con personas que sabían que no estaban hechas para ella, y se obsesionaba con la idea de poder hacer algo por cambiar este hecho. No sabía exactamente que clase de masoquismo le hacía sentir atraída por aquellos de mente compleja, le gustaban las personas que estaban fuera de su comprensión, a pesar de que ella quería un relación simple y duradera. Eran dos ideas que no encajaban en su mente.

-Sólo puedo aceptarme así.- y escuchó el ruido del timbre de su casa tras susurrar esa frase. Se levantó sorprendida, era muy tarde para que alguien llamara.

Había un chico en la puerta, quizás algo mayor que ella, de aspecto incierto en la oscuridad. Tenía una mirada distante, misteriosa, y sintió miedo al observar sus ojos.

-¿Quién eres?
-Futuro.
-¿Qué?
-Me llamo Futuro.

Sin duda un nombre curioso para una persona, pero intentó no sorprenderse mucho por este hecho. Seguía esforzándose por analizar al chico, pero se dio cuenta que tenía una barrera impenetrable. Justo lo que más le gustaba.

-¿Y...qué haces aquí?
-Quiero que sepas que vendré todas las noches, hasta que llegue un día en que estés preparada para mirarme sin oscuridad de por medio.
-Yo...no entiendo lo que quieres decir.
Escuché su risa sofocada por mi respiración intensa. Todo se sentía borroso, quise agarrarle el brazo en un impulso, pero no me dejó.
-Que te estaré esperando, siempre.

No sé si alguna vez habéis experimentado esa sensación de vértigo tras despertar de un sueño -creo que era un sueño- que no termináis de comprender. Las noches tienen algo que descolocan a muchas personas, y dejan ideas extrañas en su cabeza. Ella intentó no darle más importancia a su subconsciente que le llenaba la cabeza de metáforas con ideas irreales, se levantó de la cama y se dirigió hacia su escritorio a coger su móvil.

Oh, pero en vez del móvil encontró una nota.
''Equivocate hasta encontrarme''
Y de repente, lo entendió todo.



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