Super Kawaii Cute Cat Kaoani

jueves, 30 de marzo de 2017

Abnegación

''Renuncia voluntaria a los propios deseos, afectos o intereses en beneficio de otras personas’’

Últimamente el egoísmo está a la orden del día, aunque creo que siempre ha formado parte de la raza humana como un método de supervivencia. Alguien que piensa siempre en los demás antes que en sí mismo, suele tener grandes dificultades para ser feliz en nuestra sociedad.

A pesar de eso, debo decir que admiro profundamente a esas personas que son capaces de vivir por y para los demás y sentirse igualmente felices, de encontrar total felicidad en la felicidad ajena. Hay pocas, pero realmente existen; y me gustaría llamarlos ‘’Abnegados de tipo 1’’.
También existe un porcentaje considerable de personas que han dado mucho por otros, que viven por y para sus familias, sus parejas, sus amigos; y a pesar de eso no encuentran ese grado de satisfacción, porque no sienten que realmente estén viviendo su propia vida. Llamémosles ‘’Abnegados de tipo 2’’. 

Supongo que la diferencia radica en cuales sean las metas que te pongas, en lo que realmente quieres para ti y para pasar el tiempo que te queda viviendo. Una mujer que desea ser cantante y se imagina en un escenario tocando para un gran público, pero que acaba viviendo por muchos años cuidando de su marido enfermo, no está haciendo lo que realmente quiere y desea, sino lo que siente que debe hacer.

Por otra parte, aquellas personas que dedican todo su tiempo en participar en ONGs o haciendo labores humanitarias porque sienten que han nacido para eso, o porque su religión los guía, a pesar de estar viviendo por y para los demás, se sienten bien consigo mismos e incluso alcanzan un nivel de felicidad difícil de comprender y aceptar por el resto de la población.
Podría poner de ejemplo alguna de las frases de la madre Teresa de Calcuta:
‘’El que no vive para servir, no sirve para vivir’’ 
''El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz''

Quiero dejar también claro, que aunque hay un porcentaje alto de población abnegada de tipo 2, igualmente también existen un alto número -aún más grande- de personas egoístas, y el egoísmo no es algo malo mientras no se lleve a un extremo. Los que dan mucho por otros, y no reciben casi nada a cambio, suelen acabar cansándose de esta situación injusta y deciden poner su propia vida y felicidad como prioridad por encima de la del resto. Aquí si hablo desde mi total y propia experiencia.

Algo muy diferente sería el hecho de encontrarse una persona que se convierte en tu amigo o pareja y después nunca está dispuesta a apoyarte, sacar tiempo para ayudarte o a hacer nada por ti, ya que afirma estar demasiado ocupado con su propia vida. Con ésto estaríamos hablando de un egoísmo tóxico y radical.

Quizás a la única conclusión que quiero llegar con toda esta reflexión es a que todos debemos buscar nuestra propia felicidad, porque probablemente sólo tengamos una vida, ya sea encontrada en otros o en nosotros mismos. 
Vivir por y para otros, aunque te llenen de halagos, no siempre te va a hacer feliz. Vivir sólo pensando en ti mismo, tampoco te va a hacer feliz; así que busquemos un equilibrio sano.